Si el término aún no te suena muy conocido o poco usado pues te contamos que esta habilidad ya es muy requerida en las empresas y sobre todo al momento de asumir un puesto importante en la organización.
Para que te socialices más con el término te dejamos un breve concepto de ella. Según Meyer “la inteligencia emocional es una habilidad para percibir, asimilar, comprender y regular las propias emociones y las de los DEMÁS, promoviendo un crecimiento emocional e intelectual. De esta manera se puede usar esta información para guiar nuestra forma de pensar y nuestro comportamiento".
¿Ahora es importante entonces la Inteligencia emocional?, pues claro que sí, esta habilidad muy bien desarrollada y orientada no solo puede generar ganancias personales sino también sociales, la capacidad para manejar situaciones de riesgo o crisis en tu compañía y la destreza para orientar a tu personal emocionalmente - claro está también con la capacidad racional de cada uno de ellos - frente al problema, hará que juntos logren encontrar la solución más óptima ante el problema.
Pero ojo, la inteligencia emocional no solo es percibida cuando nos encontramos en situación de crisis; la capacidad para trabajar en equipo, el reconocimiento, la comunicación adecuada y el correcto ambiente laboral son consecuencias de una IE bien desarrollada y encaminada. Es importante acotar que un buen líder debe reflejar este tipo emociones para orientar y contagiar a su personal positivamente.
El éxito radica en la importancia de potenciar nuestra inteligencia emocional, que no es otra cosa que la habilidad que tenemos de entendernos y manejar nuestras emociones (autodominio, autoestima, autodeterminación) y de cómo nos relacionamos y trasmitimos ese autodominio hacia las demás personas.
Si anteriormente las organizaciones valoraban más las habilidades lógicas y racionales, desde hace 20 años aprox. la tendencia ha cambiado. Y es que un aspecto importante de la inteligencia emocional es la capacidad de percibir, controlar, comprender y gestionar las emociones en uno mismo y los DEMÁS, lo que favorece el desarrollo de la empatía y el éxito en nuestras relaciones, tanto personales como profesionales, cabe señalar que mucho tiene que ver el uso adecuado de esta información emocional para lograr el triunfo.
La inteligencia emocional es una herramienta indispensable para alcanzar nuestras metas y objetivos personales y profesionales, es necesario trabajarla y desarrollarla para alcanzar un nivel adecuado de manera que sirva de soporte hacia nuestras metas y objetivos; el dominio emocional será la marca diferencial en un mercado tan homogeneizado como el que vivimos ahora.
Según una investigación elaborada por Evaluar.com a 18.500 personas, de variadas profesiones, siete son las capacidades que más se toman en cuenta en los procesos de selección:
En la primera posición se encuentra la ORIENTACIÓN AL LOGRO con un 50%, es decir, la habilidad para alcanzar objetivos. Las personas que tienen desarrollada esta competencia se orientan hacia los resultados y poseen una motivación muy arraigada para cumplir sus objetivos y exigencias laborales.
En segundo lugar encontramos al trabajo en equipo; seguido de la planificación; posicionándose en el cuarto lugar la comunicación efectiva; siendo el quinto la visión de negocio, es decir, a dónde se quiere llegar; el sexto la confiabilidad, que está relacionada a si existe coherencia entre las acciones, comportamientos y el discurso; y finalmente el séptimo lugar lo ocupa el compromiso, relacionado a la voluntad de alinear los propios intereses y comportamientos con las necesidades y objetivos de la empresa.
Pero si se trata de ejecutivos y/o personal que ocupará cargos gerenciales, las compañías prestan atención a los estilos de liderazgo, habilidades de supervisión y toma de decisiones, así como a la capacidad para delegar y comunicarse con el personal a su mando.
Si analizas esta encuesta podrás darte cuenta que todas estas habilidades están ligadas, algunas más que otras, a la Inteligencia emocional de la que estamos hablando párrafos arriba, todas ellas evocan a la empatía, autodeterminación, autoestima que posee un individuo para lograr sus metas y relacionarlas con los demás. Y más si se trata de cargos gerenciales pues es aquí donde los “autos” se transforman en “sociales” de manera que la persona a cargo tenga la habilidad de orientar y gestionar adecuadamente a su personal.
Si no hay comunicación empática entre las áreas de la empresa, no hay éxito ni triunfos.
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