En
los tiempos antiguos en diversas culturas alrededor del mundo, las personas mayores
eran consideradas como poseedoras de magia que les alargaba la vida y por lo
tanto les brindaba experiencia y sabiduría, hay que recordar que la esperanza
de vida no superaba los 30 años.
El
liderazgo y los más altos cargos - religiosos y/o políticos - en la historia
antigua de la humanidad fueron atribuida a personas mayores, pues ellas contaban
con una gran sabiduría, experiencia y equilibrio para afrontar cualquier situación
adversa.
Difundir
el conocimiento era un privilegio, puesto que cualquier joven anhelaba aprender
de estos maestros y ejemplos para así poder ser como ellos en un futuro, dando
continuidad a los conocimientos adquiridos y perpetuando el legado de sus
ancestros.
En
la actualidad eso parece haber cambiado, sobre todo en el mundo laboral porque -
si bien es cierto - se es consciente de que las personas adultas a lo largo de
su vida han acumulado incontables experiencias, también se ven relegadas a un
segundo plano con pocas - o casi nulas - opciones laborales.
Los
prejuicios se encuentran principalmente en la mente de los reclutadores, que
son los encargados de la selección. Se cree que las personas mayores carecen de
capacidad de producción - lentitud, enfermedades, poco interés de superación,
etc. - o adaptación a las nuevas tecnologías empleadas en las empresas.
En numerosos
anuncios de ofertas laborales podemos encontrar la inclinación por postulantes que se encuentren en un
determinado rango que oscila entre 25 a 35 años, este detalle deja fuera a un
gran número de postulantes que son mayores a la edad límite especificado.
Es
un panorama diferente al que citamos al inicio, ya no se respeta laboralmente a
las personas que dedicaron tiempo y esfuerzo. Recordemos que esta generación -
llamada de babyboomers - es madura, emocionalmente estable y con un gran
sentido de responsabilidad, también son fieles a las empresas que representan.
Como
vemos, en la vida hay muchos estigmas - para jóvenes o personas mayores – y lo que
importa es como te sientas, recuerda que la edad cronológica no es sinónimo de
inexperiencia o sabiduría, es relativo ya que hay personas jóvenes que tienen
el know how de alguien mayor y también se da el caso inverso.
Hay
que tener en cuenta que nuestra edad no refleja avances, logros obtenidos o
dificultades vencidas, todo esto se consigue independientemente a la edad, con
ánimos de superación para seguir realizando bien nuestro trabajo y conseguir
cumplir los requerimientos de nuestros empleadores.
Finalmente
la actitud que tenemos frente a la vida, las ganas de seguir superándonos
empiezan en uno mismo, así menos personas serán catalogadas por sus años. Las
empresas pueden considerar integrar equipos con generaciones diferentes y
lograr un mejor espacio laboral, logrando unir vitalidad y sabiduría.