Cuando una
empresa decide terminar el vínculo laboral con el empleado, ésta situación se
puede volver un poco incómoda y difícil para ambos lados, lo que se recomienda
es que cada salida debe tener una comunicación natural y con mucho respeto, como
en el momento de contratación.
Los
despidos o desvinculaciones laborales formarán parte de nuestra vida
profesional que en algunos casos suelen suceder en más de una oportunidad. Lo
que puede generar un impacto emocional negativo en el empleado. Para no caer en
esto, se debe evitar los siguientes errores:
·
- Hablar mal del jefe o de la empresa: Aunque la situación haya terminado de mala manera, hablar mal de nuestro ex – jefe o ex – compañeros, solo dará como resultado que nadie nos contrate.
- · Quedarse en casa: Muchas personas al no encontrarse laborando tienden a encerrarse en su casa y evitar contactarse con sus amigos o conocidos, para no hablar sobre su desvinculación laboral. Esto es un gran error porque entre un 70% a 80% de personas desempleadas, encuentra un nuevo empleo a través de su red de contactos.
- · Iniciar un negocio: Sabemos que iniciar un negocio por sí es arriesgado, pero no se puede iniciar uno sino tenemos capital, ni un planeamiento estratégico y menos si nos encontramos desempleados.
Una recomendación es que al terminar una desvinculación
laboral hay que darnos un tiempo para nosotros mismos: auto evaluación, conocer
nuestras fortalezas, debilidades, cuáles son nuestras mejores competencias.
En algunas
empresas, cuando deciden desvincular al trabajador le ofrecen un programa de
recolocación laboral; sin embargo, es recomendable que el empleado siempre
tenga un plan B, ya sea: cuando va a finalizar su contrato o decida buscar un
mejor empleo. De no ser así, el profesional puede inscribirse en un programa de
recolocación laboral, como el que brinda IB Outplacement, que está orientado a
que los profesionales se reinserten en el mercado laboral en el menor tiempo
posible.