Las empresas deben crear el contexto para potenciar la actualización del talento de sus empleados; pero es responsabilidad de los trabajadores crecer profesionalmente para mantener su atractivo laboral.
El puesto de trabajo se ocupa, el empleo se obtiene y, la profesión, se desarrolla. Lo que hacemos es nuestro único patrimonio, demasiado para que se diluya en un trabajo que odias. El puesto es algo externo; el empleo se caracteriza, además, por un conjunto de condiciones laborales; la dimensión más humana e íntima es la profesión, algo que no se pierde. La apatía y la rutina son los principales enemigos, lo que hace que el individuo retire su alma de lo que hace y se convierta en un zombie laboral. Identificar a tiempo ésta y otras situaciones para no acabar siendo un muerto viviente en la oficina es lo que analiza Grupo Persona en La persona y el puesto de trabajo, un informe realizado en colaboración con el centro de investigación IESE IRCO. Éstos son algunos de los puntos más relevantes:
Punto de partida
La presión por la consecución de resultados, los procesos de reestructuración o la falta continua de reconocimiento son algunos de los factores que abocan al empleado al despido interior. Y si ante esto tu respuesta es 'yo hago lo que me mandan', es que ya no mandas nada en ti; estás en el principio del fin de tu carrera... a no ser que reacciones. Según los expertos consultados para la elaboración de este estudio, la desvinculación puede ser una oportunidad para todos. Aunque no es algo emocionalmente neutro, la idea de una carrera ascendente en una misma compañía es una utopía que se está sustituyendo por la construcción de una carrera profesional a través de distintas experiencias. Por otra parte, la relación empleado y empresa se basa en la colaboración, no en la dependencia: "Una cultura excesivamente paternalista da lugar a un conjunto de ataduras que dificultan la desvinculación y acomodan a la persona en su área de confort". Evitar como organización la dependencia excesiva y, como empleado, trabajar en la formación y el diseño de una carrera profesional es un punto y seguido para aumentar tus oportunidades laborales.
Qué puedo aportar
La posibilidad de desvinculación, saber que un empleo no es para toda la vida, es una opción para velar cada día por la aportación de valor y por la empleabilidad. Una de las recetas para poner el contador a cero es plantearte la siguiente pregunta: ¿Qué voy a aportar este mes? Algunas pistas que muestra el informe de Grupo Persona pueden ayudarte. Entre otras, recoge un análisis de Bank of America que asegura que hay un riesgo de 90% o superior de ser reemplazado si se trabaja en determinados oficios, mientras que la probabilidad es mucho menor en profesiones que requieren empatía, intuición y mucha interacción social. Así se hace referencia a algunas de las 165 profesiones nuevas que menciona Thomas Grey, autor de Communicating with the future: manager del ciclo de vida, ojeadores de oportunidades o manager de privacidad, entre otras. Todas ellas con el permiso de los puestos que ha traído la era digital.
Cómo puedo trabajar
Y si de explotar tu profesión se trata, nada como sacar partido a las herramientas tecnológicas. Trabajar en cualquier lugar y estar conectado al mundo abre un mundo de posibilidades para los profesionales independientes, "especialmente aquellos con conocimientos técnicos muy específicos, que prestan sus servicios como freelance para un proyecto concreto, cuya duración puede ser incluso de varios años, pero manteniendo su condición independiente. Existen ya, de hecho, pools internacionales de este tipo de talento". El reto de las organizaciones es integrar y reconocer este talento y gestionarlo como parte de la plantilla normalizada.
Permanecer en activo
La empleabilidad se define como la capacidad de incorporarse y permanecer en el mercado laboral mediante el desarrollo y la puesta en valor de conocimientos, capacidades y actitudes que se adaptan a un cambio permanente. Este concepto no tiene edad y es un área de trabajo permanente, no se improvisa. En este entorno, "el profesional recupera un papel activo y protagonista. No sólo hay que conseguir entrar en el mercado laboral, sino que hay que mantenerse y, en la mayoría de los casos, eso pasa por diseñar con acierto una carrera profesional que dé respuesta a las aspiraciones personales y profesionales, y a las necesidades del mercado laboral", concluye el informe.
¿Tienes un perfil atractivo?
- La ambigüedad en la definición de los puestos en un entorno cambiante modifica el mercado laboral. Estos son algunos de los grandes desafíos de las organizaciones:
- La transformación de los perfiles es más importante que los cambios en la denominación de los puestos.
- La definición de los puestos debe evolucionar hacia una mayor flexibilidad, lo que provoca desajustes en un marco laboral basado en contratos o en el puesto en su sentido industrial.
- El director de RRHH debe hacer de puente entre el cambio y un mundo anclado en conceptos pasados.
- La empatía, la intuición y la interacción social reducen el riesgo de ser reemplazado
- Una cultura muy paternalista puede acomodar al empleado en su zona de confort.