Grandes personalidades como el
poeta Langston Hughes, el
inventor Chester Carlson,
el científico Isaac Newton y otros; enseñaron
algunas de las lecciones más valiosas de la historia para ser exitosos.
1. Ser osado pero de forma
estratégica.
Casi ninguna de las grandes personalidades de la historia consiguió su gran oportunidad quedándose sentado en casa, por el contrario, fueron audaces y atrevidos. Mostraron sus ideas al mundo y se dieron a conocer.
Esta lección la debemos aprender del poeta estadounidense
Langston Hughes, quien era un
ayudante de camarero en un hotel de Washington DC. Un día mientras trabajaba en
el comedor del hotel, Hughes puso tres de sus poemas junto al plato del
consagrado poeta Vachel Lindsay.
Al día siguiente, los periódicos anunciaron que Lindsay había descubierto un
“poeta ayudante de camarero”.
Lo
que hizo Hughes fue rehusarse
a aplazar sus sueños, en otras palabras, tuvo agallas y mostró osadía de forma
estratégica.
2. Salir de la rutina.
Muchas personalidades de la historia solían salir de su rutina para aprender cosas nuevas, lo cual les hacía pensar en nuevas ideas.
Isaac
Newton es una de las personalidades que salía de su rutina para aprender cosas
nuevas. Durante gran parte de su vida tuvo una visión mecanicista otrora
tradicional: el universo era como bolas de billar que chocaban. Sin embargo, en
la década de 1670, Newton se obsesionó con libros ocultos sobre alquimia y
magia. Leyó sobre sustancias que tenían misteriosas afinidades y aversiones
unas con otras, fuerzas que podrían afectar algo incluso sin tocarlo. Estos
libros le permitieron a Newton dar un salto intelectual. La idea de fuerzas
mágicas le sirvió como inspiración para visualizar fuerzas de atracción que
trabajaban a distancia. Fue un gran avance que condujo a su teoría de
gravitación universal.
En otro ejemplo más
actual, se sabe que Bill Gates toma
unas vacaciones de lectura donde devora libros sobre temas muy diversos, de los
cuales extrae nuevas ideas.
Así
como Gates y Newton, debe salir de la rutina y ver más allá de su campo de
trabajo.
3. Hacer presentaciones cortas.
Siempre es mejor expresar nuestras ideas con palabras sencillas y exactas. Porque al usar las palabras adecuadas para resumir lo que queremos decir, será más fácil darnos a entender.
Como
ejemplo de esta lección tenemos a Everett,
excongresista de Massachusetts, quien era considerado como el más grande orador
de su época. Y quien probablemente pasó semanas trabajando en su discurso de Gettysburg,
el cual duró dos horas seguidas. Para que luego Abraham Lincoln, quien a pesar
de ser presidente de los Estados Unidos no era un gran orador, diera un
discurso de solo dos minutos. Después de ello, Everett quedó en un segundo
plano y hasta ahora siempre se recuerda solo el discurso de Lincoln.
Dos horas versus
dos minutos, tal vez los grandes discursos funcionen mejor en libros pero
definitivamente cuando lo que quieres es expresar tus ideas, lo mejor es ser
preciso y directo.
4. Aceptar el rechazo y error.
A muchas personas, así como a muchas grandes personalidades los han rechazado durante muchos momentos de su vida durante toda la historia. Pero solo lograron salir victoriosos los que aceptaron el rechazo y el error.
Un ejemplo de esta gran lección es Chester Carlson,
el inventor de la máquina Xerox, quien fue rechazado por más de 20 empresas
antes de que finalmente vendiera su idea.
Sin
embargo, lo que él demostró es que si realmente quieres ser exitoso lo que no
puedes hacer es rendirte, al contrario debes perseverar, aceptar tus errores,
corregirlos y seguir hasta obtener el gran “si”.
5. Ser primero no es ser el mejor.
Esto es algo que aún muchas personas no logran entender o aceptar, ya que creen que siendo el primero en entregar o terminar algo son los mejores en hacerlo. Y en la vida para ser exitosos, no siempre funciona así.
En Estados
Unidos muchos pensaban que Hydrox era
una mala imitación de las galletas Oreo.
Pero en realidad, Hydrox salió al mercado en 1908. La National Biscuit Company
intentó hacer su propia versión y saco Oreo con un sabor más dulce, lo cual la
hizo la mejor. Actualmente, como saben, Hydrox es como un MySpace y Oreo como un Facebook.
Así que no hay
que preocuparse por ser el primero, sino por ser el mejor, y mejorar cada día
aún más.
6. Adaptarse o morir.
Esta frase es muy popular actualmente sobre todo por la revolución digital que se está viviendo, sin embargo es algo que ha sucedido siempre.
Un ejemplo de ello es Thomas Welch, un ministro que se
opuso al alcohol con mucho esmero y quien en la década de 1860, creó un jugo de
uva pasteurizada y lo llamó “Vino sin fermentar del Dr. Welch”. Él quería que
las iglesias lo usen en las misas. El producto terminó fracasando. Sin embargo, unos
años más tarde, el hijo de Welch se hizo cargo de la empresa y abandonó la idea
del vino falso, en lugar de ello comercializó el producto como un simplemente
jugo y terminó siendo un éxito total.
También
hay empresas que rechazaron totalmente el cambio. Actualmente esas empresas ya desaparecieron
y otras se encuentran agonizando. El caso más paradigmático es el de Kodak, la
marca que solía ser la líder en la fotografía, se negó rotundamente a dejar de
invertir en la fabricación de sus carretes por empezar a invertir en la
fabricación de cámaras digitales.
Así que más vale adaptarse a los cambios que el mundo va mostrando, porque si nos quedamos, nos estancamos o simplemente morimos.
Así que más vale adaptarse a los cambios que el mundo va mostrando, porque si nos quedamos, nos estancamos o simplemente morimos.