Para convertirnos en una persona altamente efectiva, hay que evaluar nuestro carácter, ya que está compuesto por nuestras costumbres, factores determinantes en las decisiones que tomamos en el día a día. Estos hábitos evolucionan, cambian, son olvidados y se renuevan con el tiempo, sin embargo la esencia siempre es la misma.
Entonces, si queremos construir una imagen altamente efectiva sobre nuestros hábitos, debemos tener en cuenta lo siguiente:
- Pro-actividad:
El hábito de la pro-actividad nos permite escoger nuestra respuesta a los estímulos. Nos permite, responder de acuerdo con nuestros principios y valores. En esencia, es lo que nos hace humanos y nos permite afirmar que somos los arquitectos de nuestro propio destino.
- Razón de ser:
Comenzar con un fin en mente hace posible que nuestra vida tenga razón de ser, pues la creación de una visión de lo que queremos lograr permite que nuestras acciones estén dirigidas a lo que verdaderamente es significativo en nuestras vidas.
Organizar tiempos:
Poner primero lo primero nos permite liberarnos de la tiranía de lo urgente para dedicar tiempo a las actividades que en verdad dan sentido a nuestras vidas. Es la disciplina de llevar a cabo lo importante, lo cual nos permite convertir en realidad la visión que forjamos en el hábito 2.
- Mente positiva:
Pensar en Ganar-Ganar nos permite desarrollar una mentalidad de abundancia material y espiritual, pues nos cuestiona la premisa de que la vida es un “juego de suma cero” donde para que yo gane alguien tiene que perder.
- Cacidad de entender:
Buscar entender primero y ser entendido después es la esencia del respeto a los demás. La necesidad que tenemos de ser entendidos es uno de los sentimientos más intensos de todos los seres humanos. Este hábito es la clave de las relaciones humanas efectivas y posibilita llegar a acuerdos de tipo Ganar-Ganar.
- Buscar la innovación:
Sinergizar es el resultado de cultivar la habilidad y la actitud de valorar la diversidad. La síntesis de ideas divergentes produce ideas mejores y superiores a las ideas individuales. El logro del trabajo en equipo y la innovación son el resultado de este hábito.
- Renovación:
Afilar la sierra es usar la capacidad que tenemos para renovarnos física, mental y espiritualmente. Es lo que nos permite establecer un equilibrio entre todas las dimensiones de nuestro ser, a fin de ser efectivos en los diferentes papeles (roles) que desempeñamos en nuestras vidas.
Los hábitos mencionados no son un conjunto de partes independientes. Se trabajan en conjunto para lograr el crecimiento personal, proporcionan un enfoque gradual, secuencial y altamente integrado del desarrollo de la efectividad personal e interpersonal. Nos mueven paulatinamente sobre un continuo de madurez, desde la dependencia hacia la independencia y hasta la interdependencia.