“La fuerza reside en las diferencias, no en las similitudes.” - Stephen
Covey
“Dos cabezas piensan mejor que una” o “el pueblo unido jamás será vencido” son dichos bastante comunes y demuestran que desde hace bastante tiempo se considera que el trabajo en equipo puede traer grandes ventajas al realizar una tarea.
La formación de tu equipo es un tema bastante delicado y relevante. De hecho, en el momento de elegir quienes lo conformaran es necesario pensarlo cuidadosamente. Y esto se debe a que el equipo es más que un grupo de personas trabajando juntas, un equipo debe “bailar al son de la misma música”.
Las ventajas de trabajar en equipo son bastante claras: se avanza con las tareas rápidamente y además permite que la empresa enfrente y resista eficazmente situaciones complejas. En pocas palabras, el trabajo en equipo divide el esfuerzo y multiplica los resultados.
Es preciso que el equipo se encuentre rodeado por un ambiente de colaboración, cooperación y compañerismo. En un equipo de trabajo bien alineado la complementariedad es la clave, pues cada miembro va a aportar sus talentos individuales en pos de una meta colectiva. La cuestión es ¿cómo construir este equipo cualificado?, para que esto se dé, se necesitan una serie de requisitos.
1. Liderazgo efectivo. Los equipos de trabajo sobresalientes tienen una clara dirección de su líder, por ello, resulta primordial encontrar a aquella persona que sea capaz de sacar lo mejor de cada individuo y del equipo en su conjunto, y que logre poner un ambiente amigable y motivante para que las ideas fluyan.
2. Estructura y límites. Es importante fijar el tamaño y los límites del equipo, establecer sus procedimientos y especificar las normas de conducta que se seguirán.
3. Definición de objetivos y roles. Es básico identificar claramente las necesidades y los roles a cubrir, así como los objetivos que se esperan de cada uno de estos papeles. Los objetivos deben ser reales y no demasiado ambiciosos, ya que si se incumplen se estaría frustrando el espíritu del equipo.
4. Selección de integrantes. Para seleccionar a las personas con las aptitudes más adecuadas para conformar el equipo, se deben identificar primero cuáles son las competencias requeridas para desempeñar satisfactoriamente los roles que se definieron. Ten en cuenta que cada persona tiene talentos y habilidades que, si son bien canalizados, potenciarán el trabajo del grupo. A la hora de integrar nuestro equipo hay que elegir, en la medida de lo posible, a los miembros que sean diferentes entre sí, pero que haya compatibilidad.
5. Establecer una visión común y generar compromisos. Un equipo que comparte una visión, se enfoca y genera confianza, sabe hacia dónde se dirige y por qué debe llegar ahí. Por otro lado, la mayor parte de las personas comprometidas cumplen lo acordado y se esfuerzan por lograrlo, no es así con las personas presionadas, éstas actúan con miedo al fracaso.
Resulta muy provechoso que una vez que el equipo se ponga en marcha, se organicen reuniones periódicas para conocer avances y experiencias de cada uno de los integrantes, éstas, además de evaluar la eficacia del grupo, ayudarán a detectar posibles “focos rojos”. También resulta muy útil implementar sesiones de “lluvia de ideas”, éstas no sólo sirven para que el equipo se integre mejor y se potencie, sino que de ahí pueden surgir muy buenos planes de negocios.
Por último, ten en cuenta que el trabajo en equipo parece ser la mejor estrategia para destacarse en un entorno de negocios cambiante y por demás competido.