Quién no se ha preguntado esto alguna vez, ¿qué voy a hacer con mi vida? Es algo
que solemos decir cuando pasamos por una etapa crítica de nuestra vida
profesional y no sabemos a dónde dirigirnos. Lo primero que se tiene que saber
es que el desarrollo profesional es una carrera de fondo y no una
prueba de velocidad. Aquí lo importante es ser constante en el entrenamiento y disfrutar
durante el recorrido.
Las carreras profesionales han cambiado en los
últimos 15 años. Las empresas se reinventan continuamente, cambian sus estructuras
y en oportunidades, sus culturas corporativas. Ahora enfrentan procesos de
fusiones, adquisiciones, estructuras organizacionales más planas, avances
tecnológicos, y crecientes exigencias por parte de los clientes. Así como las
empresas cambian, nosotros también tenemos que hacerlo.
Algo que es de suma importancia es que se tiene
que tener una mirada de largo plazo para saber en qué queremos convertirnos,
quiénes queremos ser, qué queremos hacer. Los años pasan volando y de pronto
nos podemos encontrar en una situación donde nos damos cuenta que hemos
avanzado poco hacia nuestros objetivos profesionales.
Lo primero que debemos hacer es a mirar hacia
el futuro, definitivamente tenemos que aspirar en tener éxito, a lograr grandes
cosas para beneficiarnos y beneficiar a nuestra familia. Luego, lo que sigue es
hacer el plan con plazos e indicadores claros para saber si vamos por buen
camino.
Si quieres cambiar tu vida profesional tienes
que darte el tiempo necesario para poder responder unas simples preguntas:
- ¿Qué quiero hacer?
- ¿Adónde quiero llegar de verdad?
- ¿Qué quiero hacer con mi empresa, con mi carrera?
- ¿Qué me gustaría lograr?
- ¿Qué cosas tengo que hacer o seguir haciendo?
- ¿Qué tengo que dejar de hacer?
- ¿Qué quiero hacer con mi vida personal, con mi salud, con mi vida familiar?
¿No sabes cómo hacerlo?
La forma más sencilla y práctica es utilizar
Excel. En un cuadro en Excel tenemos que colocar todos nuestros objetivos de
largo, mediano y corto plazo. Asimismo debemos agruparlos por meses y años. Lo más importante para saber si estamos
en buen camino es medir los avances con nuestros indicadores
de éxito, tal como las empresas hacen con su plan de negocio.
Sin embargo, luego de haber resuelto estas
preguntas no significa que todo termina ahí. Debemos repetir este proceso de
conocimiento cada cierto tiempo, ya que en el camino pueden surgir
oportunidades o cambios que orienten nuestros objetivos a otro lado. Recuerda
que esto también nos ayudará a saber cuál es nuestro valor agregado.